
Antonio Recio Matamoros es un personaje ficticio interpretado por Jordi Sánchez. La familia conocida de Antonio Recio es: Berta (Su religiosa mujer) Álvaro (Su hijo, es gay y fue mandado a estudiar a Irlanda) Violeta (Es su hermana, es una desequilibrada mental) Pilar (Es su suegra) Eugenio (Es su suegro) Se sabe poco de su vida anterior a Mirador de Montepinar, únicamente se sabe que vivieron en un edificio problemático donde pusieron numerosas demandas y perdieron casi todos los casos. Cuando llegaron a la urbanización compraron dos pisos, uno para ellos (donde viven actualmente) y otro para su hijo Álvaro, para cuando volviera de Irlanda (piso actualmente alquilado). Numerosas veces Antonio cuenta la historia de que creó un imperio de la nada, “Mariscos Recio” y actualmente su empresa cuenta con un empleado, una tienda y un camión de reparto. Antonio fue el tercer presidente de Mirador de Montepinar (el cuarto si contamos el corto liderazgo de Sergio Arias) y es una época que cabe destacar en la vida de Antonio, ya que se enfrentó a numerosos problemas estando en la presidencia, pero la más importante, la supuesta muerte de Germán Palomares y el intento de recuperar la deuda que dejó en el edificio. Aguantó más de un año en la presidencia, más tarde fue destituido por su amigo Enrique Pastor, quien dimitió inmediatamente al ver a Antonio solo (debido a que acababa de descubrir quién era el amante de su esposa Berta) Se marcha con Coque y Enrique a vivir aventuras llamándose “El equipo A” pero acaban volviendo al edificio. Cuando Antonio regresa a su casa, descubre que Berta le regaló el piso a Parrales y a lo largo de un tiempo intenta engañarle para recuperar la casa finalmente lo consigue haciéndole firmar un contrato, el piso lo recupera por 1 euro. También se encuentra en la oposición, algo que lleva muy mal, ya que quiere volver a ser el presidente de la comunidad. Acaba siendo un líder para el pueblo tras lanzar un centollo a José Luis Rodríguez Zapatero, por lo que decide presentarse a las elecciones para ser presidente del país. En su juicio por el centollazo, Antonio recibe un indulto del rey y, al salir de los juzgados, descubre que ya no es noticia, al no haber periodistas, ni siquiera apoyo ciudadano. Es conocido por los vecinos con el apodo de Rancio y de Pescadero
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